Elegir tu equipo de wakeboard puede ser tan simple o tan complicado como vos quieras. Pero si lo hacés con la información justa y un poco de feeling, vas a terminar con una tabla que se siente como una extensión de tu cuerpo —y ahí es donde empieza la magia.

 

 

1. La tabla: el corazón de todo

 

 

Si estás empezando, buscá una tabla que te perdone los errores.

Las más anchas, con canales suaves y rocker continuo, te van a dar estabilidad y una salida más predecible del agua.

Ahora, si ya tenés experiencia, vas a querer algo más rápido y con más “pop” (ese rebote que te lanza en los saltos).

En Loop tenemos de todo: desde las tablas suaves para aprender hasta las que usan los riders cuando buscan progresar.

 

Tip Peluso: No te guíes solo por el diseño. Una tabla puede ser hermosa, pero si no se adapta a tu nivel o peso, te va a complicar más de lo que te ayuda.

 

 

2. Las botas: tu conexión real con la tabla

 

 

Las botas (o bindings) son más importantes de lo que muchos creen.

Tienen que ser cómodas, firmes y fáciles de poner. Si estás empezando, elegí unas cerradas: te van a dar más estabilidad y menos chances de torcerte el pie.

Si ya estás más avanzado, unas abiertas o con sistema dual te van a permitir más libertad y reacción rápida.

 

Tip Loopero: probalas con calma. En el local te dejamos pisar, ajustar y moverte para sentir cómo responden.

 

 

3. El chaleco y la cuerda: seguridad y control

 

 

Un chaleco de impacto no solo te protege: te da confianza.

Buscá uno que te quede ajustado, pero sin cortarte la respiración.

Y la cuerda… ¡no es cualquier cuerda! Una cuerda elástica te resta potencia; una sin elasticidad te da control y precisión al saltar.

 

Bonus: si hacés wakesurf o wakefoil también, pensá en invertir en una cuerda específica para cada modalidad.

 

 

4. La lancha y el estilo

 

 

Sí, también influye. Si tu lancha tiene poco peso o no genera mucho “wake”, buscá tablas con más superficie o rocker pronunciado.

Y si la lancha tira fuerte, podés ir por algo más técnico.

Cada equipo se adapta al contexto, y en eso te podemos asesorar en Loop con total sinceridad —no para venderte más, sino para que disfrutes más.

 

 

5. Probá, errá, aprendé

 

 

No hay una sola fórmula. Lo más importante es que te animes a probar.

La mejor tabla es la que te saca una sonrisa cuando te subís.

En Loop probamos todo lo que vendemos, lo usamos, lo rompemos, lo reparamos y lo volvemos a usar. Por eso, cuando te recomendamos algo, lo hacemos con conocimiento y pasión.

 

 

 

En resumen:

Elegir el equipo correcto no se trata solo de técnica, sino de encontrar ese equilibrio entre comodidad, rendimiento y diversión.

Y si tenés dudas, pasate por Loop Boardshop. Te vamos a ayudar como si fueras parte de la familia, porque eso es lo que somos: una comunidad que vive el agua con alma. 🌊